IN FORMENTERA">
Las praderas de Posidonia yacen en nuestros litorales desde mucho antes de nuestra existencia y sus beneficios son tan importantes que, en la actualidad, gobiernos y entidades trabajan para su protección. La Posidonia Oceánica es una planta endémica -no un alga- del Mediterráneo. Crea extensas praderías bajo el mar (entre 1 y 40 metros de profundidad), y su existencia es vital para contener los niveles de CO2 en el Planeta y evitar la erosión de los litorales.
Con un crecimiento de 1 cm. por año, las amenazas para su supervivencia son múltiples (desde el fondeo de embarcaciones de recreo a la pesca de arrastre, pasando por los vertidos o la extracción de arenas y dragados).
Formentera posee 7.600 hectáreas de estos “bosques marinos” y el Consejo Insular de Formentera lanzó en 2017 el proyecto Save Posidonia Project con el objetivo de concienciar sobre la importancia de esta planta en el presente y futuro de la isla.
SEE MORECan Corda se encuentra situada en Es Cap de Barbaria (Cabo de Berbería). Desde cualquiera de las 5 casas de Can Corda, puedes hacer una excursión hasta el faro del mismo nombre, a pie o en bicicleta si te apetece.
Desde el bosque de pinos inicial que rodea Can Corda, a medida que avances hacia el faro, el paisaje se irá haciendo más árido y escaso de vegetación.
En la misma zona encontrarás las ruinas megalíticas, que avalan que la isla fue habitada hace 4.000 años.
Cuando llegas al faro (construido en los años 70 y que sirvió de escenario para el rodaje de algunas de las escenas de “Lucía y el sexo”) te encuentras en el punto más meridional de les Illes Balears. Hoy en día, el faro funciona telecontrolado desde la vecina Ibiza.
SEE MORECerca de Can Corda, los yacimientos de Cap Barbària confirman que, ya en la Edad de Bronce, Formentera estaba poblada, aunque fue bien entrado en el siglo XVII cuando dispuso, al fin, de una población estable. Sus habitantes se agrupaban en casas de campo sin crear grandes núcleos urbanos. Después, llegaron los turistas. Si la semana pasada os hablábamos del paraíso que puede significar Can Corda para sus visitantes, en esta queremos compartir los comienzos turísticos de la isla de Formentera.
Fue a mediados de la década de los 60 del siglo pasado que empezaron a llegar los primeros turistas. Muchos de ellos, norteamericanos. Eran los inicios del movimiento hyppie y de la contracultura. Y si bien la cobertura de las necesidades esenciales en la isla era aún escasa (sin agua potable en algunas zonas, comunicaciones inexistentes…), algunos de ellos decidieron establecerse. Otros, como Bob Dylan, King Crimson, Pink Floyd, Kevin Ayers, Chris Rea… visitaban la isla. Músicos, pintores, escritores acrecentaban su vena artística. No era solo la arena fina de las playas de Ses Illetes (en el Parque Natural de Ses Salines, al norte de la isla), o sus 83,2 Km2 de superficie, o los acantilados de La Mola o la puesta de sol excepcional desde Cala Saona. Lo que impregnó sus epidermis, se mezcló con la sal de esa agua cristalina y transparente.
SEE MORE