Desde el acantilado al que se precipita Es Cap de Barbaria se pueden contemplar las puestas de sol más espectaculares de Formentera…  A escasos metros del faro se encuentra la Cova Foradada. Nace de un agujero en la superficie que permite adentrarte en la cueva. De su interior en penumbra, puedes asomarte a la salida sobre el mar, desde la que gozarás de un auténtico balcón al mar, ideal para contemplar el atardecer.

No debemos olvidar la Torre de vigilancia. Fue construida en 1763 y durante décadas sirvió de defensa de la isla (con un cañón que era resguardado en la iglesia de Sant Francesc). Tiene 9 metros de altura, dos plantas y unas vistas únicas desde su plataforma superior. 

Can Corda, degustando el sabor de Es Cap de Barbaria

Toda la zona es un paraje ideal para observar aves marinas como la gaviota de Audoin (gavina corsa en catalán), especie endémica del Mediterráneo,  o las lagartijas, símbolo de Formentera.

Por último, una sorpresa.  ¿Quieres degustar el sabor de esta parte de isla árida y pedregosa?  Un vino que recibe el nombre del cabo (Cap de Barbaria) cumple también ese deseo. Para después de la excursión, en el sosiego de Can Corda.