CAN CORDA: A 17 MINUTOS DE LOS LIBROS. LA BIBLIOTECA MUNICIPAL.
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CAN CORDA: A 17 MINUTOS DE LOS LIBROS. LA BIBLIOTECA MUNICIPAL.

Sant Francesc de Formentera.

Can Corda y su aislada tranquilidad, impregnada de la particular atmósfera de Formentera, ofrece otoños privados, con la vista puesta en un horizonte limpio, escenario de luces cambiantes. Sin el bullicio del verano y con una población menguada, Can Corda es, más que nunca, espacio y tiempo de calma.

El huésped de Can Corda puede elegir ocupar parte del discurrir sereno del día leyendo los libros que lleve en su equipaje o que descargue en su portátil. Pero también puede encontrar libros en Formentera.

Ya hablamos de Bob Baldon, un norteamericano afincado desde los 60 en Formentera, y de su particular «Biblioteca Internacional», que funcionó hasta 1997 – https://cancorda.com/formentera-el-origen-hyppie-del-turismo-los-anos-60/ -. Para entonces -y desde 1983-, ya existía en la isla la «Biblioteca Municipal», que heredó el fondo de la biblioteca de «Bob, el americano».

En el año 2007, la Biblioteca Municipal, después de varias ubicaciones provisionales, abrió las puertas de su sede definitiva, en la calle Jaume I, número 1, de Sant Francesc.

Desde entonces, se la conoce como la Biblioteca Insular «Marià Villangómez» -el poeta y traductor ibicenco, autor de «La ceguesa de l’estel», poemario de 1956-.

Visitando la biblioteca de Formentera en Sant Francesc.

Acercarse hasta Sant Francesc es la oportunidad de visitar la capital de Formentera: conocer su singular iglesia, consagrada a Sant Francesc Xavier, almorzar en uno de sus restaurantes y efectuar compras en las tiendas de la localidad.

Es, también, el momento de ir a la Biblioteca. No importa que se esté de paso en Formentera. Presentando un documento identificativo, facilitando domicilio y teléfono, se pueden escoger hasta 3 libros, en edición de bolsillo, para tenerlos en préstamo durante 7 días.   http://www.consellinsulardeformentera.cat/

La experiencia del visitante adquiere, aquí, un grado excepcional. Pese a lo efímero de sus días en Formentera, habrá entrado a formar parte de la isla y de su vida diaria. Se habrá convertido en un formenterano más.

A 17 minutos de Can Corda, de vuelta a casa, podrá disfrutar del placer de la lectura con un horizonte limpio, escenario de luces cambiantes, más allá de las páginas del libro elegido.

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