Paseos a pie o en bicicleta desde el Pilar.

En la isla no hay dos rutas que sean exactamente iguales, aunque es inevitable que algunas de ellas se crucen en algún punto concreto. Todas estas rutas verdes están perfectamente explicadas y delimitadas y cada una tiene un nivel de dificultad distinto.

Formentera puede triplicar su población en temporada alta. Debido a este aumento de visitantes, es muy importante delimitar y preservar todas las zonas protegidas. Estas rutas se pueden disfrutar tanto a pie como en bicicleta, y ayudan a desconectar e integrarse en la isla.

Cinco rutas distintas que parten de un mismo punto.

Hay cinco rutas verdes que parten del Pilar; una de ellas pasa por S’Estufador y hasta Es Ram; otra va hasta Punta Roja; una tercera llega hasta el Faro de la Mola; y las dos últimas conducen a Es Monestir y Sa Cala.

La ruta que nos lleva hasta Es Ram, es una senda de unos cuatro kilómetros, que transcurre entre campos de cultivo. También pasa por un pequeño bosque y solamente la podemos hacer a pie. Para llegar hasta Punta Roja, podemos ir en bicicleta y el camino transcurre por el Molí Vell de la Mola y unos increíbles acantilados. Desde los acantilados de Punta Roja se puede disfrutar de unas vistas que impresionan.

Partiendo del mismo pueblo, podemos ir en bicicleta hasta el famoso Faro de la Mola, para finalmente admirar el acantilado y sus vertiginosas vistas al mar. La ruta que nos lleva hasta Es Monestir tiene como puntos de interés dos aljibes del siglo XVIII. Por último, tenemos la opción de recorrer una senda que une El Pilar con Sa Cala, desde donde podremos ver la isla de Ibiza, si el día lo permite.

¿Qué se puede ver en La Mola?

El pueblo del Pilar tiene una gran cantidad de terreno cultivado. Antiguamente, sus escasos habitantes se abastecían ellos mismos de productos de primera necesidad; probablemente debido a su ubicación sobre una península elevada. Aquí podemos ver el famoso Faro de la Mola y conocer un poco más acerca de la historia de la isla.

El Pilar es pequeño y no tiene muchos habitantes, pero esto no significa que no sea un lugar de interés. Cada semana se celebra un mercadillo artesanal y es un punto “hippie” que nos recuerda tiempos pasados. En este mercadillo podemos encontrar piezas únicas, que se venden solamente en la isla de Formentera.

Siguiendo la carretera podemos ver un paisaje totalmente distinto de la isla; su ubicación lo confiere como la zona más lluviosa de Formentera. En esta zona se cultivan viñas y se produce el vino de la isla. Las cosechas están protegidas del viento por muros de piedra; algo que le da un aspecto único a este lugar.

El pueblo del Pilar está situado en un extremo de la isla de Formentera; y se puede llegar siguiendo la carretera principal. Si no estamos en forma, quizás no sea una buena idea subir en bicicleta. La pendiente final no es larga pero si un poco pronunciada. Aunque una vez terminada esta ruta, siempre podemos descansar tumbados en una hamaca; en Can Corda, junto a la piscina. Esto es sólo una idea, cada uno…